Era una mañana de verano y los primeros rayos del sol caían por todo un huerto. La noche anterior las hojas del tierno maíz< estaban decaídas debido al intenso calor y la falta de lluvia. Pero en la mañana, las espigas estaban derechas y frescas, y todas las hojas estaban adornadas con gotas centelleantes de roció. Durante la noche, aire fresco hizo que la humedad se concentrara en gotas de roció, refrescando la marchita vegetación.
Cuando nuestros espíritus decaen, cuando nos sentimos agobiados por una carga de preocupaciones, o cuando llevamos la culpa por el pecado, el Señor ofrece su misericordia y su gracia para que sean como un roció refrescante para nuestras almas.
Así como el roció aparece en la quietud de la noche para humedecer las plantas, así también el refrescante roció de perdón, el consuelo y la fortaleza de Dios vienen en los momentos tranquilos de oración y meditación de la palabra.
Cuan grande es la diferencia entre el gozo puro y limpio que da el Señor Jesucristo y el placer del mundo. La realidad es que el mundo adora el placer como un dios. De hecho, los antiguos eran tan audaces de tener un dios llamado Bacus que era el dios del vicio y de los placeres carnales.
El mundo ofrece placeres temporales (Heb: 11:25), preo el Señor ofrece gozo pleno y duradero (Juan: 15:11).El placer depende de las circunstancias, pero el gozo es interno y no es perturbado por nuestro ambiente.
El placer siempre es cambiante, pero el ¡gozo es constante! A los deleites mundanos por lo general les sigue una depresiones gozo verdadero esta fundamentado en Jesús, quien es el mismo ayer, hoy, y por los siglos (Heb 13:8).
Para seguir experimentando placer, tenemos que correr de un estimulo a otro, porque el placer se niega a dejarse atrapar permanentemente. El gozo es justo lo contrario, es un don que recibimos de Dios.
El placer busca lo suyo, pero el gozo se basa en el auto sacrificio. Entre mas buscamos la auto gratificación, mas vacios nos sentimos. Si una pizca de placer produce una felicidad momentánea hoy, se necesita un galón de emoción y agitación para lograr el mismo efecto mañana. Sin embargo, el gozo se basa en darnos a nosotros mismos. A medida que aprendemos lo que significa centrarnos en las necesidades de los demás, encontramos mayor realización en Dios mismo, el cual satisface todas nuestras necesidades.
Es solo cuando buscas las cosas de Cristo que puedes encontrar un gozo permanente.
"SI QUIERES GOZO QUE DURE, SIEMPRE PON A CRISTO EN PRIMER LUGAR".
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